El teletrabajo es uno de los grandes retos de la llamada Cuarta Revolución Industrial, una modalidad que el país ha tenido que experimentar de forma inédita por la pandeminia del covid-19, estresando no solo a la economía, empresas y personas, sino también a la infraestructura y soporte tecnológico existente. Y el resultado de este 'ensayo' ha sido dispar, al igual que el soporte digital a lo largo del territorio nacional.
En un mundo hiperconectado, en tiempos en los que la agilidad, eficacia y rapidez son factores importantes, la digitalización es fundamental. Y más aún hoy, cuando la pandemia ha dejado de manifiesto que la conectividad es esencial para avanzar.
'Años atrás, una reunión no se concebía si no era con las personas congregadas en un mismo sitio físico, pero hoy la tecnología nos brinda otras posibilidades como las reuniones virtuales en plataformas de colaboración', dice Gabriel Calgaro, gerente general de Cisco Chile.
En otras palabras, el teletrabajo ha sido clave para enfrentar la crisis sanitaria más grande vista en las últimas décadas.
El teletrabajo sin digitalización es inviable
Hay expertos que coinciden en que estamos frente a un Chile que ha trabajado fuertemente en la generación de una cultura respecto a esta nueva era digital, pasando por distintas industrias, como la de educación o la salud, que han entendiendo que la tecnología es esencial dentro de los distintos procesos a los que se deben enfrentar.
Ángel Morales, director de UDD Ventures, indica que en el país hay una alta penetración de tecnologías. 'Somos una suerte de laboratorio para firmas multinacionales que vienen a probar productos nuevos. Pero aún falta adopción y transformación cultural y tecnológica, como pasa, por ejemplo, en China, donde todo se puede hacer mediante una conexión digital, desde medios de pagos hasta concretar una visita médica', dice.
En ese sentido, asegura que el covid-19 va a acelerar la adopción tecnológica, 'y las empresas que no lo hagan terminarán cerrando operaciones'.
Con él coincide Calgaro, quien asegura que, dada la situación mundial que vivimos, el teletrabajo junto a soluciones de colaboración se han transformado en la principal herramienta para dar continuidad laboral a las empresas. 'Sin duda, lo que ocurre hoy a nivel mundial marcará un antes y un después en la forma en que muchas firmas trabajan. Esta experiencia del trabajo remoto, que para muchas compañías es nueva, demostrará lo potente que puede ser esta modalidad y el compromiso y productividad que genera en sus empleados', remata.
Por su parte, Nayat Sánchez, directora ejecutiva de Inria en Chile, comenta que el teletrabajo sin digitalización es inviable, por lo que su efectividad está directamente relacionada con el grado de transformación digital de la empresa u organización. 'Esta situación ha puesto de relieve que tenemos que ir más allá de la transformación digital y la adopción de herramientas tecnológicas, necesitamos llegar a la automatización integral de los procesos productivos', dice.
Y aunque Chile es un referente a nivel Latinoamericano en transformación digital —según un reporte global de Cisco sobre preparación digital, ostenta la segunda posición de América Latina—, esta 'aceleración' dentro del país se observa fragmentada, concentrada y con crecimientos dispares.
Según Fernando Sánchez, gerente general de Fundación País Digital, actualmente existen regiones que están aprovechando y percibiendo sus beneficios, mientras que otras se encuentran aún en una fase incipiente, generando diferentes niveles de desigualdad a nivel territorial.
De acuerdo al reciente estudio 'Digital Readiness Chile', de Fundación País Digital y Cisco, la región mejor preparada para la transformación digital es la Metropolitana, que además encabeza el registro de población que cuenta con educación terciaria.
Le sigue Antofagasta en el segundo lugar: en esta región un 59% de los hogares cuenta con conexión a internet y es la que presenta mayor inversión privada y gubernamental. En tercer lugar, se ubica la Región de Magallanes, que destaca por poseer el mayor porcentaje de usuarios de internet: 80,2% de la población está conectada (ver infografía).
'Años atrás, una reunión no se concebía si no era con las personas congregadas en un mismo sitio físico, pero hoy la tecnología nos brinda otras posibilidades como las reuniones virtuales en plataformas de colaboración', dice Gabriel Calgaro, gerente general de Cisco Chile.
En otras palabras, el teletrabajo ha sido clave para enfrentar la crisis sanitaria más grande vista en las últimas décadas.
El teletrabajo sin digitalización es inviable
Hay expertos que coinciden en que estamos frente a un Chile que ha trabajado fuertemente en la generación de una cultura respecto a esta nueva era digital, pasando por distintas industrias, como la de educación o la salud, que han entendiendo que la tecnología es esencial dentro de los distintos procesos a los que se deben enfrentar.
Ángel Morales, director de UDD Ventures, indica que en el país hay una alta penetración de tecnologías. 'Somos una suerte de laboratorio para firmas multinacionales que vienen a probar productos nuevos. Pero aún falta adopción y transformación cultural y tecnológica, como pasa, por ejemplo, en China, donde todo se puede hacer mediante una conexión digital, desde medios de pagos hasta concretar una visita médica', dice.
En ese sentido, asegura que el covid-19 va a acelerar la adopción tecnológica, 'y las empresas que no lo hagan terminarán cerrando operaciones'.
Con él coincide Calgaro, quien asegura que, dada la situación mundial que vivimos, el teletrabajo junto a soluciones de colaboración se han transformado en la principal herramienta para dar continuidad laboral a las empresas. 'Sin duda, lo que ocurre hoy a nivel mundial marcará un antes y un después en la forma en que muchas firmas trabajan. Esta experiencia del trabajo remoto, que para muchas compañías es nueva, demostrará lo potente que puede ser esta modalidad y el compromiso y productividad que genera en sus empleados', remata.
Por su parte, Nayat Sánchez, directora ejecutiva de Inria en Chile, comenta que el teletrabajo sin digitalización es inviable, por lo que su efectividad está directamente relacionada con el grado de transformación digital de la empresa u organización. 'Esta situación ha puesto de relieve que tenemos que ir más allá de la transformación digital y la adopción de herramientas tecnológicas, necesitamos llegar a la automatización integral de los procesos productivos', dice.
Y aunque Chile es un referente a nivel Latinoamericano en transformación digital —según un reporte global de Cisco sobre preparación digital, ostenta la segunda posición de América Latina—, esta 'aceleración' dentro del país se observa fragmentada, concentrada y con crecimientos dispares.
Según Fernando Sánchez, gerente general de Fundación País Digital, actualmente existen regiones que están aprovechando y percibiendo sus beneficios, mientras que otras se encuentran aún en una fase incipiente, generando diferentes niveles de desigualdad a nivel territorial.
De acuerdo al reciente estudio 'Digital Readiness Chile', de Fundación País Digital y Cisco, la región mejor preparada para la transformación digital es la Metropolitana, que además encabeza el registro de población que cuenta con educación terciaria.
Le sigue Antofagasta en el segundo lugar: en esta región un 59% de los hogares cuenta con conexión a internet y es la que presenta mayor inversión privada y gubernamental. En tercer lugar, se ubica la Región de Magallanes, que destaca por poseer el mayor porcentaje de usuarios de internet: 80,2% de la población está conectada (ver infografía).
Por otro lado, entre las menos preparadas digitalmente está la Región de Los Ríos (puesto 14), donde un 45,8% de los hogares cuenta con un computador. En el último lugar y peor evaluada está La Araucanía, con el menor porcentaje de conexiones fijas a la red: solo 24%.
Los retos inmediatos
El estudio de País Digital y Cisco analiza la preparación digital de las regiones en tres etapas: activación (básico), aceleración (intermedio) y amplificación (superior), y para hacerlo evalúa siete dimensiones: infraestructura tecnológica, adopción tecnológica, capital humano, necesidades básicas, facilidad para el comercio, inversiones privadas-gubernamentales y clima emprendedor. 'Es importante entender que para que nuestro país esté preparado para la transformación digital, es necesario que las siete dimensiones estén desarrolladas e impulsadas de manera homogénea', advierte Fernando Sánchez. Sin embargo, añade que si estas se analizan de acuerdo a su nivel de urgencia y el desarrollo transversal en el territorio, resulta clave apoyar las áreas de necesidades básicas satisfechas y fomento al capital humano: 'Mientras se reduzcan los índices de pobreza, aumente la esperanza de vida al nacer y la educación sea efectiva frente a las necesidades y habilidades de este siglo, la población estará preparada para afrontar los desafíos que implica la transformación digital'.
Menos trabas
Para que Chile tome rumbo hacia una etapa avanzada se deberían disminuir las trabas para el comercio, aumentar la inversión en capital humano y trabajar para satisfacer las necesidades básicas, señala el informe.
Los principales desafíos están en impulsar políticas públicas y trabajo público-privado desde la base de la pirámide de la sociedad, teniendo como foco y objetivo la descentralización y entregar más y mejores condiciones para el desarrollo regional. 'Es necesario y fundamental entender las realidades regionales, sus etapas de desarrollo y su potencial futuro, con tal de poder generar una sociedad digitalmente preparada y contribuir finalmente a la creación de un país desarrollado, igualitario y con mayor bienestar social', aclara Fernando Sánchez.
Nayat Sánchez agrega que el desafío está en conseguir un uso eficiente y seguro de la tecnología y el acceso remoto. 'Es necesario implantar mecanismos que refuercen la ciberseguridad y garantizar un acceso a internet de calidad para todos'.
El estudio de País Digital y Cisco analiza la preparación digital de las regiones en tres etapas: activación (básico), aceleración (intermedio) y amplificación (superior), y para hacerlo evalúa siete dimensiones: infraestructura tecnológica, adopción tecnológica, capital humano, necesidades básicas, facilidad para el comercio, inversiones privadas-gubernamentales y clima emprendedor. 'Es importante entender que para que nuestro país esté preparado para la transformación digital, es necesario que las siete dimensiones estén desarrolladas e impulsadas de manera homogénea', advierte Fernando Sánchez. Sin embargo, añade que si estas se analizan de acuerdo a su nivel de urgencia y el desarrollo transversal en el territorio, resulta clave apoyar las áreas de necesidades básicas satisfechas y fomento al capital humano: 'Mientras se reduzcan los índices de pobreza, aumente la esperanza de vida al nacer y la educación sea efectiva frente a las necesidades y habilidades de este siglo, la población estará preparada para afrontar los desafíos que implica la transformación digital'.
Menos trabas
Para que Chile tome rumbo hacia una etapa avanzada se deberían disminuir las trabas para el comercio, aumentar la inversión en capital humano y trabajar para satisfacer las necesidades básicas, señala el informe.
Los principales desafíos están en impulsar políticas públicas y trabajo público-privado desde la base de la pirámide de la sociedad, teniendo como foco y objetivo la descentralización y entregar más y mejores condiciones para el desarrollo regional. 'Es necesario y fundamental entender las realidades regionales, sus etapas de desarrollo y su potencial futuro, con tal de poder generar una sociedad digitalmente preparada y contribuir finalmente a la creación de un país desarrollado, igualitario y con mayor bienestar social', aclara Fernando Sánchez.
Nayat Sánchez agrega que el desafío está en conseguir un uso eficiente y seguro de la tecnología y el acceso remoto. 'Es necesario implantar mecanismos que refuercen la ciberseguridad y garantizar un acceso a internet de calidad para todos'.
FUENTE El Mercurio
