Los alcances de la estrategia de inversión “venture capital” han ido más allá de las startups e inversionistas de capital de riesgo. El impacto de este modelo ha sido tal que incluso ha despertado el interés de las empresas más “tradicionales” cuyo objetivo, a diferencia de VC, es evitar el riesgo a toda costa. Y es a partir de lo anterior que han surgido en el ecosistema los llamados “CVC” o los “Corporate Venture Capital”.
Los CVC corresponden a empresas más tradicionales y con experiencia en una industria en particular, que incorporan como su estrategia la inversión en startups, es decir, apuestan por incorporar el capital de riesgo dentro de su modelo de negocios.
En este sentido el CVC como inversionista tiene características particulares en comparación a otros inversionistas que se encuentran en el ecosistema, como, por ejemplo:
Esto está sumamente vinculado con el punto siguiente y dice relación, principalmente, que el CVC no invierte en capital de riesgo bajo una lógica pura y dura de VC, sino que busca algo más allá, persigue una estrategia que lo lleva a decidir invertir por una startup en particular y no por otra que, quizás, tiene mayor éxito. Hay una lógica de inversión detrás.
El CVC busca en la startup algo “en común”, y lo señalo así porque, tal como se indicó anteriormente, se persigue algo más que solo lo financiero. En principio, el CVC busca en la startup una empresa que podría, eventualmente, prestarle servicios. Por ejemplo, una empresa de retail que realiza delivery de sus productos, podría estar sumamente interesada en empresas dedicadas al desarrollo de la última milla. En esa línea, lo que podría ocurrir es que el CVC sea inversionista de esa startup y, además, cliente de ella.
Junto con lo anterior, otra característica del CVC y que lo diferencia de otros inversionistas, es que puede ser uno de los potenciales compradores de la startup y, en consecuencia, una de las alternativas de exit.
Preparación del CVC
Cuando la empresa tradicional considera la posibilidad de crear su propia inversión CVC hay diferentes determinaciones que tiene que tomar antes de embarcarse en este proyecto y que son sumamente relevantes para efectos de poder crear un CVC “exitoso”. ¿Cuáles son estos puntos a considerar? Te los presento a continuación:
Esta determinación es clave y su análisis no responde solo a aspectos corporativos, sino que también tributarios.
No es poco frecuente encontrarse con empresas tradicionales que, quizás por intuición, consideran que la creación y el desarrollo del CVC debe estar alocado en el área de innovación de la compañía, decisión que no es del todo correcta. El área o departamento de innovación de una compañía no necesariamente tiene (y es la regla general) el conocimiento y la expertise para crear un CVC. No tiene experiencia en capital de riesgo propiamente tal, ni sobre cómo se tienen que tomar las decisiones, cuáles con los instrumentos de inversión, cuál es el estándar, cómo se llevan a cabo las decisiones, entre otros. Por lo tanto, la primera recomendación es tener cuidado en confundir área de innovación con expertos en capital de riesgo.
El segundo punto es definir si el CVC se encontrará alocado dentro de la empresa o en un vehículo separado. En ese sentido, recomiendo que se haga con un vehículo separado “independiente” de la empresa con el objetivo de que cuente con su propia gobernanza, sus propias metas y estrategias, su propia burocracia. El CVC y su toma de decisiones debe ser rápida, la industria de VC se mueve así, por lo tanto, si sometes al VC al ritmo y burocracia de una empresa tradicional, difícilmente será atractivo para las startups.
Lo que se debe determinar aquí es: ¿Cómo se tomarán las decisiones? Como indiqué anteriormente, si se aloca el CVC en la empresa tradicional, entonces, la gobernanza aplicable a dicha empresa lo sería también al CVC, lo que ralentizará los procesos y no solo eso, la toma de decisiones se radicará en equipos que no tienen expertis en esta materia y su desconocimiento o su experiencia tomando decisiones desde una perspectiva más tradicional, impactará directamente en el éxito del CVC.
Es por esto que lo recomendable es que el CVC cuente con su propia gobernanza. Que se cree un equipo con miembros que tengan experiencia, que sepan en qué fijarse, definir los mecanismos de inversión, qué esperar el resultado del CVC o de las inversiones, cuándo ejercer un put de salida, cuándo hacer un follow-on, entre otros.
Definir dónde invertir, por qué, qué se busca o perseguir o qué se quiere conseguir. En este caso, es clave el elemento que abordo anteriormente: la sinergia. Como comentamos, a diferencia de otros inversionistas de VC, el CVC busca mucho más que solo beneficios financieros, persigue también fines estratégicos y esto clave al momento de definir la estrategia de inversión del CVC. No apunta a tener un portafolio diversificado e ir haciendo check, si no que debiese apuntar a startups que tengan algún match con la empresa tradicional.
Si bien estamos hablando de capital de riesgo, esto no quiere decir que no se tengan que establecer mecanismos para mitigar riesgos propios de la inversión. El riesgo está en que a la startup le puede ir bien o le puede ir mal. Por ejemplo, se puede esperar que el CVC invierta en 5 startups y que solo una resulte exitosa. Por esta razón se debe contar con mecanismos que permitan mitigar los efectos que tiene el hecho de que a una startup del portafolio no está avanzando bien.
Por ejemplo, tener un mecanismo de definición de runway por startup e ir actualizando cada cierto tiempo, puede ser trimestralmente, mensualmente, según la definición interna.
Finalmente, y de los puntos más importantes, es conformar un equipo con personas que tengan experiencia en la industria, que efectivamente tengan manejo en venture capital, que estén familiarizados con este tipo de inversión, con la forma de relacionarse con startups, de las expectativas que se tiene que tener en este tipo de inversión, en qué fijarse al momento de elegir una startup, entre otros.
En consecuencia, son varios los elementos que tiene que ponderar y evaluar una empresa tradicional al momento de decidir crear un CVC, elementos que son clave y determinantes para poder tener un kick-off (al menos un inicio) exitoso.
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