El director Ejecutivo de UDD Ventures, Ángel Morales, plantea que uno de los desafíos de este 2021 será lograr atraer capitales de inversión de riesgo frescos que puedan apostar a este nuevo ciclo de emprendimiento dinámico que está por venir.
– El estallido social y la posterior pandemia liquidaron a cientos de pymes principalmente a las del sector del turismo, la gastronomía y eventos, etc. Muchos arrendaban recintos y tenían allí puesto todo su capital. Hoy están sin trabajo, sin ingresos, sin capital y tal vez con deudas en Dicom. ¿Cuál es el rol entonces del Estado, de la banca y de los propios gremios, para que estos y muchos otros emprendedores puedan levantarse?
El Estado y la banca han generado propuestas y soluciones por todos conocidas. Ahora, si estas han sido suficientes o si han logrado ser un real aporte eso lo deben determinar los beneficiarios finales. No hay que olvidar tampoco a las pymes que no fueron receptores de estos beneficios por diversas razones.
Respecto al tema de los gremios pyme, obviamente que deben velar porque la crisis sanitaria les pegue lo menos posible, dado que al menos todo el sector de servicios se ha visto, y se sigue viendo, fuertemente afectado. La clave está en el trabajo conjunto, coordinado, y oportuno.
A nivel personal, para que los emprendedores puedan levantarse necesitan conocer y dimensionar sus posibilidades, buscar apoyo y trabajar en red, de otra forma es imposible que soporten una segunda o tercera ola de contagios Covid. Con esto me refiero a cambiar su modelo de negocios si es necesario, reinventar sus procesos internos, cambiar su oferta de productos, digitalizar sus procesos, integrar venta on-line, delivery de última milla, entre otros.
– ¿Cuáles son los desafíos que trae el 2021 para las pequeñas y medianas empresas?
El gran desafío para este 2021 es la transición definitiva a los canales digitales y servicios de delivery en los proveedores de productos, y de una optimización en la entrega de servicios como por ejemplo centros de estética, constructoras, y empresas de turismo, entre otros. El factor determinante de poder acomodar los proyectos a las contingencias del momento será clave para este tipo de negocios en el futuro. Si es necesario digitalizar, que lo hagan. Si es necesario repensar el sistema de ventas, de fidelización de clientes, de comunicaciones, que lo hagan. Incluso, si es necesario reformular el rubro o la forma en que se relaciona en el mercado, que no tengan miedo de hacerlo. Esta pandemia dejó una gran enseñanza, y esa es que en tiempos de crisis, el sentido de urgencia debe primar a la hora de aprender y adaptarse.
– ¿Qué sectores podrían tener las mayores posibilidades de levantarse este nuevo año?
A la fecha, el sector tecnológico lo veo bastante estable y su crecimiento también irá en aumento, en mi opinión. La industria más tradicional, ligada a productos de primera necesidad y consumo masivo, se mantiene constante debido a su naturaleza, pero si no mejoran sus procesos no experimentarán el crecimiento que aquellas que sí realizaron una lectura correcta de cómo enfrentar el futuro. Ahora bien, todas aquellas empresas que generen soluciones que permitan mejorar la calidad de vida en estado de pandemia (delivery y soluciones remotas no sincrónicas) crean valor en diversos ámbitos como salud, formación, y logística, entre otros.
– La digitalización de las empresas/pymes permitió a muchas sobrevivir el complejo 2020. ¿Debería ser esta una constante que se mantenga en el tiempo en todas las organizaciones?
La digitalización de la empresa es, en parte, la antesala para generar un proceso profundo de transformación digital. La componente complementaria es la transformación cultural de las organizaciones que suele ser de largo plazo. Pero bien, respecto del paso de lo análogo a lo digital, es vital para que las empresas adapten sus propuestas de valor a escenarios de actividad comercial no presencial. El entender estas dinámicas ayuda a que las empresas puedan generar nuevos servicios, con más funcionalidades, y satisfaciendo más necesidades. Comprender esta situación es la que ha permitido que muchas pymes y emprendimientos hayan sobrevivido a los tiempos más complejos de la pandemia. Respecto a si será una constante que se mantenga en el tiempo, creo que mucho de esto quedará en nosotros una vez superada totalmente la pandemia, y eso se logrará educando, capacitando, y trabajando con aquellas empresas más pequeñas que necesiten una guía en su proceso de digitalización.
– En esa línea ¿cuál será el rol de las startups en los próximos años?, ¿Son clave en el necesario “refresh” en las grandes empresas?
Las startups nacen de la necesidad de crear soluciones de base tecnológicas y digitales, de forma rápida, concreta y con un alto nivel de innovación. La innovación abierta ha ayudado a que las grandes empresas comprendan esta situación y cada vez se interesen más en adoptar metodologías propias de estas organizaciones más pequeñas, rápidas y altamente efectivas, buscando espacios para integrarse con las startups en diversos modelos.
Definitivamente creo que las startups tienen mucho que aportar al ecosistema de grandes empresas, y eso ya se empieza a ver con el gran interés que están generando temas como la innovación abierta, el corporate venture capital, o últimamente, el concepto de venture estudio, que es una modalidad mediante la cual grandes empresas pueden apoyarse en un partner experto, como UDD Ventures, para iniciar el proceso de crear una startup desde el interior del corporativo.
– ¿Las startups pueden ser un factor determinante para ayudar a repuntar la economía de un país?
Las startups si pueden generar un gran impacto a nivel empresarial, también tendrían un impacto concreto y medible en la economía de un país. He escuchado diversos análisis que apuntan a que el crecimiento de las startups y scaleups, y sumado a las políticas públicas ligadas al fortalecimiento del ecosistema y la inversión en I+D+i, son las que finalmente logran diversificar las matrices productivas de los países. En lo específico, y tal como lo sostiene César Hidalgo, en el proceso de establecer una economía basada en integración hacia atrás (es decir, si plantamos paltas, no pensar en cómo venderla procesada, sino pensar en qué tecnologías poder desarrollar para que las plantaciones usen menos agua y sea más eficiente su producción), la labor que puedan hacer los emprendimientos de base digital, científica y tecnológica es sumamente relevante.
– A nivel de emprendimiento y escalamiento de proyectos ¿Cuál es su pronóstico para el 2021?
Veo un 2021 que tendrá que seguir luchando contra las complicaciones de la pandemia, pero que
ya están preparados en fondo y forma. Tienen protocolos establecidos, tienen un ritmo de trabajo y coordinación ya consolidada, sobre todo las startups digitales. El desafío será lograr atraer capitales de inversión de riesgo frescos que puedan apostar a este nuevo ciclo de emprendimiento dinámico que está por venir. Pero es deber de todos poder crear las condiciones necesarias para que esto se mantenga durante este 2021.
FUENTE: Trade News / Por Carmen Gloria Sandoval
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