Allan Urban es un experto en innovación, creatividad y emprendimiento, conocido por transformar organizaciones mediante el diseño estratégico. Ha colaborado con diversas empresas e instituciones, ayudándolas a identificar nuevas oportunidades de crecimiento y adaptarse a las tendencias del mercado. En esta entrevista, explicó cómo el diseño estratégico puede transformar organizaciones, destacando su trabajo con Montblanc. Subrayó la importancia de identificar nuevos segmentos y crear valor específico para impulsar la innovación y el crecimiento. Además, resaltó la colaboración y la comunicación como claves para fomentar la innovación y el emprendimiento.
¿Cómo aplica el diseño estratégico en tu trabajo con organizaciones? ¿Puedes compartir un ejemplo de un proyecto en el que el diseño estratégico haya tenido un impacto significativo?
En nuestro trabajo con Montblanc, una empresa con más de 80 años en el mercado de colorantes, utilizamos el diseño estratégico para identificar nuevos segmentos y crear valor específico para cada uno. Realizamos investigaciones y encuestas para entender las necesidades de los consumidores y definimos cinco áreas de acción: producto tradicional, línea profesional, lanas de accesorio, servicio del tejido y consumo consciente. Esto implicó innovaciones como un producto para teñir en lavadora y mejoras en la famosa cajita dorada. Estas acciones proyectan a Montblanc hacia el futuro, adaptándose a nuevas generaciones y tendencias como la moda lenta, abriendo múltiples oportunidades de crecimiento.
¿Cuál es tu enfoque para fomentar la innovación y el emprendimiento en las organizaciones con las que trabajas?
El enfoque, en general, es el mismo: la innovación y el emprendimiento tienen que ver con las personas y con la actitud de las personas que trabajan dentro de una organización.
Lo que me compete en mi trabajo es empoderar a las personas y hacerles ver que es absolutamente necesario que todos participemos de este proceso de innovación. Dando nuestros puntos de vista, eliminando los silos, permeando las distintas áreas de la empresa sea grande o pequeña, fomentando la comunicación, la escucha, para intercambiar nuevas ideas y que estas no queden guardadas en el cajón. Sabemos que todo esto es muy difícil, porque estamos enfocados en el trabajo diario y en cumplir las metas.
Con estos objetivos podemos identificar los siguientes puntos claves para la integración de una mentalidad innovadora en los equipos:
- Valoración de las nuevas ideas
Hoy más que nunca es necesario trabajar en la exploración de ideas de futuro, pero generalmente no están los espacios para poder compartirlas, incluso, pueden generar una incomodidad en los equipos. - Todos y todas son muy importantes
Cada integrante de un equipo trabaja en un área específica y tiene un punto de observación particular. Por lo tanto, es importante que reunamos a todos los actores y les preguntemos sobre su visión y cuál podría ser su aporte para un proyecto en conjunto. - Centricidad en el cliente
El cliente es el que da vida a la empresa y debe ser el principal enfoque del propósito de un equipo. Tenemos que entenderlo a la perfección y tener claridad de su evolución en cada momento, para llegar con una experiencia y servicio que cumpla con sus expectativas.
Has trabajado con una variedad de organizaciones, desde la Sociedad Nacional de Agricultura hasta la Comisión Chilena de Energía Nuclear. ¿Cómo se adapta tu enfoque a las diferentes industrias y necesidades de estas organizaciones?
Como comenté anteriormente, no es tan importante el área de acción de la industria, hay que entender el contexto por supuesto, a qué se dedica, pero el foco de trabajo está puesto en las personas. Identificar los roles de cada actor y cómo gestiona la innovación o el emprendimiento en la organización. Es un trabajo de facilitación, propiciar las conversaciones, el intercambio de ideas entre áreas, el levantamiento de quiebres o brechas muy atentas a lo que está sucediendo en general y en particular en cada industria. Por lo tanto, lo primero que hay que ver es qué está sucediendo en esta industria, quiénes son los que participamos de esa organización y qué podemos hacer al respecto.
Es muy común que el patrón sea la comunicación, el trabajo en conjunto y la generación de diálogos, de conversación para abrir estas nuevas oportunidades. Se trata de realmente abrir nuevas oportunidades, empezar a desarrollar proyectos con visión de futuro en conjunto con el trabajo diario. Lo clave es generar cambios adaptativos, es decir, cambiar la manera de trabajar, de comunicarnos y de aprender a valorar la diversidad, es la forma principal con la que podemos enfrentar la complejidad. Necesitamos distintos puntos de vista y expertise para poder enfrentar los problemas de hoy y generar soluciones efectivas.
¿Cómo utilizas tu conocimiento de diversas disciplinas y metodologías para ayudar a las organizaciones a prepararse para el futuro? ¿Puedes compartir un ejemplo de cómo ha ayudado a una organización a anticipar y gestionar su futuro?
En una constructora de la región del Bío-Bío utilizamos la metodología "El viaje del cliente” durante tres meses para identificar y mejorar la experiencia del cliente. Entrevistamos a más de 25 clientes y realizamos encuestas para validar sus respuestas, identificando brechas y problemas en las interacciones desde el primer contacto hasta la entrega del producto final. Con esta información, realizamos reuniones internas para abordar problemas de comunicación y roles, diseñando un plan de acción para mejorar el servicio. Este enfoque nos permitió entender nuevas necesidades y estilos de vida, mejorando nuestra competitividad y servicio.
¿Cuáles son las tendencias emergentes que los negocios y las industrias deberían estar mirando y preparándose para abordar?
Estamos viviendo puntos de inflexión, tiempos a los que se les ha llamado “de crisis”, sin embargo, “crisis” significa momento de cambios, de toma de decisiones, no es ni bueno ni malo, simplemente aparecen grandes cambios y mucha competencia, principalmente liderado por la disrupción tecnológica.
La tecnología ha sido el motor de grandes cambios y hoy enfrentamos tiempos volátiles, inciertos, complejos y ambiguos (VICA). Todas las organizaciones, sean con o sin fines de lucro, deben desarrollar capacidades adaptativas como agilidad, flexibilidad, creatividad e innovación para mantenerse competitivas. Estas habilidades no se adquieren solo con teoría; sino que requieren práctica diaria, trabajo conjunto y permeabilidad entre áreas. El modelo tradicional en silos ya no es efectivo, y es crucial adoptar estas nuevas habilidades del siglo XXI para identificar oportunidades y evitar perder competitividad.
Has mencionado que utilizas una variedad de metodologías en tu trabajo. ¿Cuáles son las que consideras más efectivas y por qué?
A mí no me gusta hablar mucho de más o de mejor o peor, prefiero hablar de distinto. Con las metodologías pasa lo mismo, hay un sinnúmero de metodologías distintas y no creo que haya necesariamente una mejor que la otra, creo que hay distintas herramientas que necesitamos utilizar para determinados contextos y necesidades. En mis asesorías, analizo las problemáticas de los clientes para seleccionar las metodologías más adecuadas, combinando y adaptando enfoques según las necesidades específicas de cada empresa. Privilegio las metodologías ágiles y aquellas que centran al cliente, ya que creo que la única manera de crear valor es mejorando su satisfacción. Conocer profundamente al cliente es esencial para desarrollar una empresa sostenible, y aunque la eficiencia operativa es fundamental, el foco debe estar en adaptarse continuamente a los cambios y necesidades del cliente para capturar y crear valor.
¿Cómo ves la relación entre la innovación y la cultura organizacional?
Los temas relacionados a la innovación son tremendamente importantes para la cultura organizacional. Despiertan una motivación extraordinaria, porque las personas empiezan a hacerse partícipe de un proceso mayor que genera un sentido de pertenencia e identidad con la empresa. Ya no solo es la persona que hace su pega, sino que está invitada a participar de un bien mayor y eso es muy motivador, nacen nuevas conexiones, nuevas interacciones entre las personas y los equipos. Aunque puede haber resistencia inicial, comunicar efectivamente la importancia de la colaboración es esencial.
La innovación no depende de un solo individuo, sino de un esfuerzo colectivo apoyado por todo el sistema. Aunque es un proceso lento y requiere paciencia, establecer una cultura de innovación impacta positivamente el ambiente laboral, energizando al equipo y orientándolo hacia el futuro.
¿Qué beneficios ves en la aplicación de la inteligencia colectiva y qué llamado haces a las empresas?
No veo otra posibilidad de enfrentar esta realidad compleja y diversa sin un equipo diverso y sin sumar las ideas de otros. En mi experiencia, he visto los resultados maravillosos que ofrece el trabajo colectivo. Simplemente es tremendo, se contrasta notoriamente con el impacto individual que puede realizar una persona.
En cada proceso, los participantes sorprenden de que en un breve periodo salen cosas extraordinarias, simplemente porque pusieron sus ideas al servicio del equipo de trabajo y se suman y conectan estas visiones diversas.
Estamos acostumbrados a correr solos, a persuadir al otro en que yo tengo la razón. Mi invitación para las empresas es que busquen desarrollar la escucha generativa, no solo la escucha empática, creo que es "la manera” de resolver todos los desafíos que estamos enfrentando.