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Mundo Emprendedor

El desafío de emprender a los 45

Me ha tocado este año conocer a varios ejecutivos sobre 40 años, algunos con MBA o similares, con más de 20 años de experiencia corporativa y una idea que lleva meses dándole vueltas en la cabeza. Algunos de ellos han sido despedidos recientemente y están buscando reinventarse.
Pero seamos honestos, hay una verdad incómoda: emprender después de los 40 es altamente riesgoso, sobre todo cuando de ti no solo depende tu casa, sino también algún familiar o incluso algún hipotecario adicional).
 
Aquí está el vértigo: tu mayor fortaleza es simultáneamente tu mayor debilidad. Tienes 20 años resolviendo problemas complejos, tomando decisiones bajo presión, liderando equipos. Pero también llevas 20 años operando dentro de estructuras que te protegen del caos puro.
 
Si eres un ejecutivo(a) de más de 40 años, y has navegado crisis económicas, reestructuraciones, transformaciones digitales, lo que para un junior es pánico existencial, para ti es pan de cada día.
 
¿Pero estás dispuesto a arriesgar parte de tu patrimonio para tirar al mar un bote que se puede hundir antes de lo pensado?
Tu mayor activo no es tu experiencia sino tu red de contactos construida en 20 años. Tienes el celular lleno de decisores, compradores, inversionistas. Conoces quién realmente mueve hilos en tu industria, no?
 
El ecosistema emprendedor tiene un sesgo de edad absurdo. Los fondos buscan "jóvenes disruptivos", las aceleradoras diseñan programas para fundadores sub 30, y las métricas de éxito están calibradas para velocidad por sobre sostenibilidad.
 
Después de 15 años en esto, he aprendido que la innovación se trata de posibilidades y no de recetas. Emprender después de los 40 no es ni heroico ni imprudente por default - es una ecuación compleja donde tu experiencia, red de contactos y capacidad de ejecución, pueden convertirse en ventaja competitiva. 
 
La pregunta que debemos hacernos no es "¿Debería emprender a mi edad?" si no que "¿Estoy dispuesto a desaprender 20 años de hábitos corporativos para aprender bajo incertidumbre,  quemando parte de mi patrimonio y tiempo en ello?"
 
Porque ahí está el verdadero vértigo: no es sobre la edad. Es sobre la mentalidad y la disposición a quemar algo de tu patrimonio y tiempo. ¿Cómo lograr un equilibrio? Una opción es ejecutar un experimento, por pequeño que sea, con riesgo controlado, usando una acotada parte de tu patrimonio para ello, convocar a gente de tu confianza y a usar ese vérgido como combustible.

Escrito por

Angel Morales

Ingeniero Comercial y Magíster en Innovación UC con experiencia en innovación social en Servicio País, Fundación América Solidaria y TECHO; experiencia en la Incubadora de Negocios INACAP y Transforme Consultores; trayectoria como Docente en U. Santo Tomás y U. Mayor, y Tutor MBA UDD. Actualmente Director Ejecutivo en UDD Ventures.