Los accionistas poseen activos, aportan capital al negocio y nombran al directorio para que lo supervise. El directorio establece la dirección estratégica, supervisa el desempeño de la gerencia e informa a los accionistas sobre su administración de su patrimonio. La gerencia utiliza los activos y el capital aportado por los accionistas para obtener un rendimiento positivo para ellos e informa sobre su desempeño al directorio. Cada vez más, el buen gobierno corporativo incluye también la participación activa de otros grupos de interés.
Según la Confederación Europea de Asociaciones de Directores, para las empresas cuyas acciones no se cotizan en bolsa, el buen gobierno corporativo consiste en establecer un marco referencial de procesos y actitudes empresariales que añadan valor al negocio, ayuden a construir su reputación y garanticen su continuidad y éxito a largo plazo.
¿Qué hace diferente al gobierno corporativo para las pymes?
Las definiciones de pymes varían, pero normalmente se describen como empresas constituidas con menos de 250 empleados. Para sobrevivir y crecer, todos los negocios deben ser adecuadamente gobernados. Las pymes, muchas de las cuales son negocios familiares, se diferencian de las organizaciones más grandes en más formas que tan solo en el tamaño. Para que un marco de gobierno corporativo sea eficaz para las pymes, debe incluir las complejidades adicionales que son parte de su naturaleza.
Asimismo, muchas pymes operan con estructuras, políticas y procesos menos formales. Sin algún marco formal orientador —y con personal clave que a menudo cumple múltiples funciones (gerente, director de la junta y accionista)—, una pyme en crecimiento se enfrenta a retos significativos en el proceso de toma de decisiones en varias áreas críticas, tales como gestión financiera y planificación de la sucesión. A esto se suman las implicaciones de la participación de la familia (incluso a nivel intergeneracional) en los distintos niveles del negocio y se vuelve claro que los marcos de gobierno corporativo tradicionales deben ajustarse para satisfacer las necesidades específicas de las pymes.
La mayor parte de la orientación sobre el gobierno corporativo para las pymes ha consistido tradicionalmente en versiones «simplificadas» de prácticas recomendadas para empresas más grandes, pero recientemente se han realizado varios esfuerzos importantes por cambiar esto. Por ejemplo, la Guía de gobierno corporativo y principios para empresas no cotizadas en Europa utiliza un enfoque escalonado que distingue entre el uso de un marco de referencia básico que se aplica a todas las empresas, incluso a las más pequeñas, y medidas más sofisticadas para organizaciones más grandes y complejas. Algunos códigos y lineamientos analizan cómo pueden ser interpretados los principios centrales de gobierno corporativo para las pymes.
Finalmente, algunos lineamientos van más allá y buscan dar cuenta de la heterogeneidad de las pymes variando las recomendaciones en función de las características clave de la empresa, las cuales son comúnmente el tamaño, la complejidad organizacional y la estructura accionaria.
¿Por qué preocuparse? Los beneficios del buen gobierno corporativo para las pymes
A menudo, los propietarios de pymes retrasan la mejora del gobierno corporativo hasta algún momento en el futuro —cuando sean «lo suficientemente grandes». Como resultado, estos negocios desaprovechan herramientas y soluciones clave que podrían mejorar su supervivencia y crecimiento competitivo. Además, la demora en la implementación del gobierno corporativo hasta que el negocio sea grande y esté completamente formado puede significar que, cuando esa implementación llegue, el negocio puede descubrir que el proceso es un choque radical y perjudicial.
Una mejor forma de abordar el tema es que los empresarios empiecen —desde una etapa temprana— a gobernar su negocio con base en los principios fundamentales del buen gobierno corporativo, utilizando las soluciones y las herramientas apropiadas para la etapa de desarrollo de su empresa. El buen gobierno corporativo es un largo viaje, y cuanto más pronto empiecen las pymes a adoptar buenas prácticas, mayores serán los beneficios que puedan cosechar a lo largo de su camino.
El buen gobierno corporativo no es una panacea para todos los problemas que las pymes enfrentan, pero los estudios han demostrado que es un ingrediente de innegable importancia para su éxito. En contraste, los resultados de investigaciones muestran de forma consistente que las prácticas deficientes de gobierno corporativo se relacionan directamente con un desempeño empresarial pobre, fraude y fallas catastróficas.
La implementación de prácticas de buen gobierno corporativo ayuda a las pymes a hacer frente a una serie de retos característicos.
Beneficio del gobierno corporativo en pymes:
- Políticas, estructuras y procesos eficaces ayudan a reducir la dependencia excesiva en unas cuantas «personas clave».
- Las empresas con un gobierno corporativo sólido tienen un mejor acceso a financiamiento, ya son vistas por los inversionistas y los bancos como más atractivas y menos riesgosas.
- Los negocios familiares aumentan las posibilidades de supervivencia a largo plazo mediante una planificación de sucesión proactiva y la gestión de la relación familia versus negocio.
- Un gobierno corporativo prudente reduce los riesgos y mejora el manejo de conflictos entre diversos accionistas y grupos de interés.
- Los órganos de gestión bien estructurados (y después, los directorios) proporcionan una administración crítica, dirección estratégica y conexiones de negocios para un crecimiento sostenible.
- Un buen gobierno corporativo es un prerrequisito reglamentario común para una OPI (oferta pública inicial).
- Los controles internos prudentes ayudan a las empresas a mejorar la gestión de riesgos y a crear una mayor resistencia al fraude, al robo y a la mala gestión.
- Las prácticas de buen gobierno corporativo ayudan a las personas fundadoras a recuperar algo de libertad en sus vidas. Pueden controlar y dirigir el negocio sin tener que verse involucrados directamente en todas las decisiones operativas. Las empresas bien gobernadas atraen y retienen a personal de mayor calidad en el cual las personas fundadoras pueden confiar.