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columnas de opinión

La importancia de la cultura organizacional en la transformación digital

En los últimos años, la digitalización se ha instalado coma un imperativo en las empresas chilenas. La promesa aclara: eficiencia, productividad, reducción de costos, mitigación de riesgos y sustentabilidad. Sin embargo, hay un factor que suele pasarse por alto y que, en silencio, define el éxito o el fracaso de cualquier proyecto de transformación: la cultura organizacional.


Si pensamos en la polémica frase célebre, que se le atribuye a Peter Drucker: la cultura se cornea la estrategia en el desayuno', y si llevamos esta idea al mundo digital, podríamos decir que: los valores, las creencias y comportamientos compartidos (cultura) se come a la transformación tecnológica antes siquiera de que llegue al almuerzo.


La evidencia lo confirma. Muchas compañías han invertido millones en consultorías, plataformas y sistemas, pero los resultados se ven limitados por la resistencia al cambio, la falta de alineamiento interno o, simplemente, por no haber preparado a las personas para adoptar las nuevas formas de trabajar. La transformación digital no es solo un asunto de tecnología, por muy sofisticada que esta sea, sino de
mindset.


En ese sentido, las preguntas claves no son solo que tipo de tecnología vamos a implementar, sino también: ¿Cómo se entienden y adhieren las personas a los cambios? ¿Qué paradigmas debemos cuestionar? y ¿Cómo alineamos lo individual con lo colectivo en los procesos de adopción?.


Si no se responde a estas preguntas en etapas tempranas, lo más probable es que los proyectos digitales queden a medio camino. No se trata solo de planificar actividades o definir indicadores; se trata de movilizar motivaciones, instalar nuevas prácticas y abrir espacios de aprendizaje compartido. Solo como referencia, durante los últimos cinco años los estudios de las tres principales consultoras mundiales McKinsey, BCG y Bain (MBB) nos indican que sobre un 70% de los proyectos de transformación digital fallan, independiente del sector económico o industria donde son aplicados.


En un país corno Chile, con industrias que necesitan urgentemente dar un salto de productividad y sustentabilidad, la transformación digital puede ser un motor poderoso. Pero ese motor requiere un combustible cultural que lo haga avanzar.


Las organizaciones que comprendan esta verdad simple -que la tecnología es solo la mitad de la ecuación y que la otra mitad son las personas- serán las que logren transformar de verdad, no solo sus procesos, sino también su futuro.

Escrito por

Lino Tejeda

Experiencia en proyectos de transformación, modernización y el uso innovador de la tecnología, construyendo valor hacia el mercado y la industria, a través de alianzas de largo plazo. Actualmente es Gerente de Negocios Digitales para el mercado de América Latina en Sourcing.

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