No hay duda de que el coronavirus, o COVID-19, se ha tomado la agenda mundial del primer semestre de este 2020 y probablemente sigamos con esta crisis en lo que resta de este año. No hay espacio de nuestro día a día, conversaciones, trabajo, forma de vida que no se hayan visto afectadas de alguna forma por esta pandemia que no tiene precedentes.
Pero, debemos reconocer que como toda crisis, esta pandemia nos ha dado una inaudita oportunidad de innovar, de cambiar el rumbo y replantearnos cosas que se daban como perpetuas. Las empresas, entidades públicas, familias y todos de alguna forma hemos tenido que pensar y buscar nuevos caminos, donde la ciencia, la tecnología y la innovación han sido factores relevantes en la búsqueda de soluciones en medio de esta crisis producida por el COVID-19.
A modo de ejemplo, como Mutual de Seguridad, entidad que tengo el privilegio hoy de encabezar, hemos decidido explorar, invertir y apoyar diferentes iniciativas que creemos que juegan un papel fundamental en el poder detectar y frenar el COVID-19. Desde las ciencias tales como la microbiología, genética molecular, virología e inmunología, o también desde la extracción del ADN hasta la amplificación genética, hemos tenido que generar el conocimiento y equipamiento que se ha desarrollado en el país, el cual se ha consolidado en estos meses en muchos proyectos de investigación a veces financiados por el Estado, o bien, desarrollados por privados. Que al igual como lo ha mostrado la capacidad sanitaria de Chile, con innovación y compromiso, la alianza público privada ha sido capaz de resolver este desafío.
También hemos tenido que buscar opciones para cuidar a los equipos de atención de salud y aumentar de manera significativa nuestra capacidad de atención de los pacientes. Es así como participamos en el desarrollo en conjunto con otras organizaciones privadas, entidades públicas y de universidades para el diseño y fabricación de filtros para mascarillas tipo snorkel, mascarillas y protectores faciales impresos en 3D e incluso el desarrollo del primer ventilador mecánico de producción nacional.
No debemos caer en la tesis que toda innovación debe ser entendida como tecnológica, ejemplo de esto es promulgación de la ley de trabajo remoto o teletrabajo, que provocó que cientos de empresas y negocios de todos tamaños busquen distintas formas de mantener su operación y generar ingresos, así como reinventarse de la forma en que anteriormente se desenvolvían.
Es indudable, que toda medida dispuesta para combatir esta pandemia, ya sean cuarentenas, aislamiento, cierre de comercio o centros de estudios, tienen un fuerte impacto sobre las personas, empresas y la sociedad misma. Como he sostenido reiteradamente, todos perderemos algo producto de esta pandemia, pero a la vez cada día estoy más convencido que la solución va de la mano de la capacidad de buscar soluciones fuera de la caja, de imaginar nuevos escenarios y con el aporte de todas las áreas del conocimiento, tales como historia, sociología, antropología, y psicología, por nombrar algunas.
La pandemia del coronavirus es una importante crisis, no es la primera y tampoco será la última, pero sí creo que es la primera vez que tenemos tantos medios retumbando en simultáneo en nuestra cabeza llenándonos de información. Por cierto, la mayor son las redes sociales, que nos guste o no, han cambiado para siempre la forma en la que se comparte la información, verdadera y falsa, y creo no estar errado en que esta es nuestra primera experiencia de crisis con tanta información disponible y a un click de distancia, así como con la capacidad de compartir opiniones y sentimientos con tantas personas y en tiempo real.
Pero no podemos pasar por alto que hay algo que es común a todas las crisis, y es que va a tener un final, todo esto va a pasar, será historia en algún momento. Por lo que los invito a no perder la perspectiva y tengamos presente que, si bien no todo está bajo nuestro control, nuestra actitud y nuestras decisiones sí lo están. Toda la pandemia y el tiempo que pasaremos en medio de esta va a pasar y de nosotros dependerá hacer algo productivo de él o no. De salir fortalecidos de la misma y ser parte de la solución.
La situación actual donde en el mercado-cambio se potencian algunas áreas de negocios y se destruyen otras actividades, exigirán nuestra creatividad para salir a buscar nuevos clientes y ofertar nuestros productos. Las tendencias y necesidades sin dudas cambiarán, ya sea por un largo tiempo o incluso para siempre. Ya vemos cientos de casos que nos sorprenden gratamente con una oferta de valor distinta, con productos más amplios y atingentes a las necesidades del nuevo hoy. No hay duda alguna que el proceso de captar nuevos clientes es complejo y costoso. Mantener nuestros clientes debe ser entendido como una importante inversión en el futuro, busquemos como poder apoyarlos, mantengamos una comunicación activa, de escucha, de entender que es lo que hoy necesitan y mucha atención a la retroalimentación sobre lo que han obtenido de los productos y servicios que ya les entregábamos, o bien, los que les estamos ofreciendo hoy.
Por último, si cancelamos viajes que teníamos planificados, así como reuniones, o bien, si tenemos tiempos muertos, usemos estos espacios para la capacitación. No desaprovechemos estos tiempos que en épocas normales muchas veces no disponemos.
Con esta convicción y compromiso es que debemos enfrentar nuestro día a día, de nuestro lugar en el colectivo pasar a ser partes de la construcción de una solución a esta pandemia, desde nuestro propio quehacer como jefe, emprendedor, trabajador, papá, mamá o hijo, porque de esta crisis sólo saldremos con esfuerzo, innovación, y sobre todo, el trabajo de todos juntos.
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