Imaginemos el siguiente escenario: un nuevo emprendimiento se lanza con una propuesta innovadora y que realmente genera valor a un segmento de clientes ¿La piedra de tope? El proyecto es aún poco conocido y apenas tiene sus primeros clientes, necesita de fondos para crecer, lograr mayor velocidad y traccionar.
Aquí es donde entra la figura del inversionista ángel, aquella persona que cumple un rol de socio estratégico para la startup que está recién comenzando e invierte capital propio, normalmente a cambio de una participación en la empresa y la posibilidad de colaborar con su experiencia a los fundadores.
debido costear los primeros pasos de la empresa con recursos propios (o las conocidas «3F») , deuda bancaria o subsidios públicos.
Una gran ventaja de contar con inversionistas ángeles es que suelen invertir en el equipo emprendedor más que en la solución o la tecnología aparejada. De hecho, el término «ángel» proviene del teatro de Broadway, cuando personas con mayores recursos donaban dinero para impulsar las
producciones teatrales. El término «inversionista ángel» fue utilizado por primera vez en la Universidad de New Hampshire, cuando se realizó un estudio sobre la forma en que los empresarios reunían el capital.
Existe también otro factor que explica por qué los inversionistas ángeles cumplen un rol tan importante: Por lo general estos inversionistas, además de contar con un alto poder adquisitivo, tienen un conocimiento muy profundo del mercado, poseen amplias redes de contacto, saben cuáles son las tendencias y como la mayoría de ellos ya
ha invertido antes en otras startups, han entrenado el «olfato» para detectar cuáles empresas pueden tener éxito. Esa misma sabiduría puede ser un gran aporte para los emprendedores en etapa temprana para recurrir a ellos como mentores y asesores, de hecho, el inversionista
ángel es el primer miembro del advisory board que toda startup debería tener (y el potencial primer miembro del directorio futuro).
Los inversionistas ángel suelen tener un portafolio de inversiones muy diversificado donde las startups ocupan un pequeño porcentaje, por lo tanto asumen el riesgo de perder lo invertido en startups. Si a la empresa le va bien, todos ganan, y si no, parte de su trabajo es enfocarse en otras.
Dentro del ecosistema de las startups, los inversionistas ángel cumplen un papel importantísimo en el fomento del emprendimiento e innovación, lo que se traduce en mayor desarrollo del ecosistema de nuevos negocios. Finalmente, emprendedores quienes logran un exit y se transforman luego en inversionistas ángel se vuelven un nutriente muy potente para impulsar el surgimiento de nuevos fundadores.
Ángel Morales
Director Ejecutivo de UDD Ventures
Fuente: Diario Talca