El gerente de Operaciones y Tecnología de Capital Express valora como “muy positiva” la implementación de esta plataforma en su negocio. “Siento que con BUFIS hemos pasado de un continuo estático a un continuo cambio”, dice.
“El factoring en Chile es un mercado maduro en términos de producto, pero con tecnología muy antigua. Hoy debe ser más rápido, es otro estado de competencia, en el cual es importante que la tecnología apoye al negocio”. Así lo asegura Francisco Rioseco, gerente de Operaciones y Tecnología de Capital Express, una empresa que entrega servicios financieros en Chile y Perú y que, desde 2019, trabaja con la plataforma BUFIS.
“Somos una empresa que quiere ser siempre muy correcta y transparente con los clientes. También buscamos ser rápidos, pero no siempre lo somos y ahí tenemos una deuda histórica: contar con más tecnología”, explica.
Así surgió la idea de conocer y luego implementar BUFIS. “Empezamos por la digitalización de todas nuestras operaciones. Éramos una empresa muy de usar papel”, confiesa.
¿Qué buscaron al optar por la plataforma BUFIS?
Queríamos algo bien ágil, no un proyecto estructurado que se demorara. Queríamos avanzar de a poco, pero ir creciendo constantemente. Por ejemplo, para comprar una factura o presentar un cliente había que meterse a una plataforma como Dicom, ingresar cada RUT para bajar un informe, leerlo y armar una carpeta. Si eran 10 clientes, imagínate... Una cosa operacional muy lenta, muy costosa en términos de tiempo.
¿Y qué aporta BUFIS en ese contexto?
Buscamos tener automatizado todo lo operacional para darle más visibilidad y hacerlo más amigable para el usuario. Me gusta que tengamos una tecnología ágil, de la cual sacamos una versión, probamos, enfrentamos a la realidad y entregamos feedback. Eso permite que la plataforma se acomode a las necesidades del negocio. Lo más importante es su constante evolución, porque no existe la plataforma perfecta, debe estar actualizándose en forma constante. Entonces BUFIS va acompañando los tiempos en su avance.
¿Cómo fueron los primeros pasos de trabajo con la plataforma?
Comenzamos a probarla en un grupo restringido, centrados en el trabajo de los ejecutivos y de operaciones. Creamos un grupo de chat (WhatsApp) para ver qué cosas nos íbamos encontrando en el camino, si había problemas e ir recabando el feedback. Este es el comienzo y para más adelante hay una serie de ideas para hacerla funcionar aún mejor. Es un camino largo y estamos recién partiendo.
Como gerente ¿cuál es su evaluación de este inicio?
Muy positiva. Hay un montón de cosas que no podíamos medir. Por ejemplo, no estábamos con un cronómetro en mano al lado de cada persona para determinar el trabajo que no podíamos hacer. Ahora hemos ajustado la plataforma para que obtengamos indicadores del proceso, saber cuánto tiempo nos demoramos, el promedio y las deficiencias. Siento que con BUFIS hemos pasado de un continuo estático a un continuo cambio. También en eso hay un tema cultural y hay que hacer un cambio, debemos aprender a avanzar por fases, de a poco e ir mejorando en el camino.
Un aspecto con el que BUFIS se identifica es la velocidad y calidad de respuesta con sus clientes. ¿Cómo ha sido su experiencia al respecto?
Eso ha sido de lo más importante, porque uno de los ‘dolores’ de la industria es que los proveedores no eran tan cercanos, no existía una comunicación tan fluida o una flexibilidad. Entonces, se agradece un montón la asistencia, eso permite madurar una plataforma nueva que quiebra con los paradigmas.
Por último ¿recomienda BUFIS a otras empresas de factoring?
Sí, plenamente. El factoring no es un negocio de tecnología. Sí debe posicionarse sobre tecnologías que lo ayuden, pero nuestra intención no es desarrollar un software de factoring, sino hacer negocios y ayudar a las empresas. Queremos un soporte que ayude a hacer eso posible y que vaya cambiando junto al tiempo. Y BUFIS es un partner que tiene en su ADN la mentalidad de cambiar y evolucionar en el tiempo. Todos los años algo va a pasar que hará todo distinto, la industria será distinta y esperamos a un socio que se adapte a nosotros.
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