El financiamiento a startups en etapa temprana a través de corporate venturing creció un 34% en Chile.
Ante un convulsionado contexto económico que busca la recuperación, pero que ya proyecta coletazos de recesión e inestabilidad mundial, lo político, social y medioambiental presentan también desafíos no menores por abordar. Los tiempos de cambios son hoy un imperante.
¿Cómo se explica que muchas grandes empresas estén con proyectos detenidos, mientras existen otras que sí pueden avanzar? La respuesta está en la capacidad de las organizaciones para ser ágiles y flexibles, características que permiten moverse de la crisis de lo viejo al nacimiento de nuevas oportunidades de negocio. Estos atributos son el corazón de las startups, las que cada día toman mayor relevancia como una de las soluciones para la reactivación económica. De hecho, durante el primer semestre de 2022 el financiamiento a startups en etapa temprana a través del modelo corporate venturing creció un 34% en el país según cifras de la Asociación Chilena de Venture Capital.
¿Por qué existen privados invirtiendo en startups en tiempos turbulentos? La apuesta está en los nuevos paradigmas funcionales y organizacionales que este tipo de empresas están impulsando y que han dado frutos. Ejemplo de esto, son los equipos multidisciplinarios – que rápidamente conforman- poniendo al centro de sus organizaciones la diversidad y el trabajo colaborativo como la impronta de los nuevos negocios. Comprenden lo poco viable de la estructura de “unos pocos ejecutivos” a cargo de toda la organización de manera vertical, y en cambio están abiertos a liderazgos horizontales donde cada miembro se dedica a desarrollar sus fortalezas para luego potenciarlas en la interacción grupal.
En síntesis, las startups nacen para responder a las necesidades o dolores muchas veces resignados (que las empresas incumbentes ni los Estados pueden resolver); emergen de la necesidad de adaptación ante los nuevos escenarios que se nos presentan, y por tanto, son capaces de gestionar nuevo valor en diferentes contextos, tanto en un emprendimiento individual, como al interior de las empresas, con modelos de innovación abierta u otros.
En la medida de que las grandes y medianas empresas se acerquen a conocer la visión y manera de operar de las startups, se relacionen con ellas y generen desarrollos en conjunto, éstas podrán disminuir las resistencias de sus equipos al cambio y lograr la generación de nuevos paradigmas en la cultura organizacional, permitiendo así la capacidad interna de responder a nuevos desafíos, en un marco de colaboración radical, el cual probablemente sea el paradigma predominante.
Publicado en Forbes.cl
