Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 22% de los empleos en Chile presentan un alto riesgo de ser automatizados en los próximos años, mientras un 31,4% tiene probabilidades de experimentar cambios importantes, cifras que superan el promedio de los países que integran la entidad, 14% y 32%, respectivamente (1).
Estas cifras nos desafían y deben movilizarnos tanto a emprendedores como a quienes trabajamos en el mundo empresarial.
Si bien la Transformación digital genera enormes oportunidades de crecimiento y de aumento de productividad en las empresas, incrementando su eficiencia y eficacia, genera también la necesidad de acelerar los procesos de reconvertir a los colaboradores que no cuentan con el conocimiento y/o la experiencia necesaria para desempeñarse en este mundo digital. Hoy, con mayor urgencia que nunca, es importante tener presente que muchos puestos y labores de baja calificación están en riesgo, considerando que la pandemia ha venido a acelerar este proceso de Transformación Digital.
Es aquí también donde los emprendedores juegan un rol clave: ¿Cómo generamos oportunidades para estos colaboradores? ¿Cómo los ayudamos a subirse al carro de la tecnología? ¿Cómo aceleramos el proceso de que adquieran las competencias digitales que no solo les permitirá seguir en el mundo laboral, sino que también les ofrecerán sin duda mejores perspectivas de desarrollo laboral?.
La Transformación Digital no es solo un cambio en la tecnología, sino que también nos desafía a cambiar nuestra forma de pensar y de crear valor, incluyendo entre los miles de desafíos que esta creación de valor conlleva, el poder habilitar a nuestros colaboradores a sumarse a este proceso.
Es por ello que acelerar la habilitación digital debe ocupar el pensar, tanto de ejecutivos de empresas como de emprendedores. En la medida que sea una preocupación con sentido de urgencia, sin duda surgirán excelentes oportunidades para el desarrollo empresarial, sabiendo que una de las barreras que tenemos a hoy para avanzar más rápido, es justamente el talento digital.
Según datos de ACTI, el área digital tiene un 25% de déficit de profesionales al año, y la brecha de profesionales TIC anual alcanza a 5.000 personas.
Ejecutivos y emprendedores que contribuyan al desarrollo y transformación de competencias para llenar estas vacantes podrán no solo mejorar la calidad de vida de muchos de estos trabajadores, sino también aumentar la productividad que nuestro país tanto necesita aún. ¡Interesante y atractivo desafío tenemos entonces por delante!
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