Según el Fondo Monetario Internacional la crisis económica que provocará la pandemia del Covid-19 será la más grande desde la Segunda Guerra Mundial. La actual emergencia sanitaria obliga a realizar cambios, no solamente operativos, sino que en las mismas dinámicas productivas en las empresas. Generar un cambio en la cultura organizacional de una empresa supone un proceso largo de adaptación y de continuo reforzamiento, sin embargo, en situaciones como la actual, estos procesos se pueden dar de manera más rápida, pero no de forma óptima.
El Covid-19 sin duda marcará un antes y un después en la manera de hacer negocios de una Pyme, empresa corporativa o emprendimiento. Esta situación traza una línea que cruza de manera transversal cualquier organización, sin importar el tamaño y capacidad de respuesta que ésta tenga. Es por eso que las herramientas de trabajo digitales y metodologías toman un rol protagónico hoy en día. La digitalización, si bien venía poco a poco ganando un espacio a nivel empresarial en los últimos 5 años, las contingencias han llevado a acelerar su adopción, y ‘obligado’ a las organizaciones, en general, a adaptarse de manera rápida.
El home-office o teletrabajo ha sido una buena manera en que las organizaciones se han podido adaptar respecto a la emergencia sanitaria, sin descuidar las funciones y objetivos de cada equipo. La tecnología y las posibilidades que ofrecen las plataformas de teletrabajo juegan un rol fundamental a nivel operativo. Estas prácticas toman mucho más sentido cuando vemos la tendencia que marcan herramientas de trabajo como la aplicación de videoconferencia Zoom, (creada por Eric S. Yuan), la cual logró triplicar sus descargas debido a la cuarentena. La aplicación tuvo un peak de 343.000 descargas en un día, casi el triple que hace dos meses cuando la cifra llegaba a las 90.000.
Si con la llegada del Covid-19 se hizo necesaria una metodología más amigable con la salud de cada trabajador, el teletrabajo ya se venía implementando en Chile luego del 18O. Según una encuesta realizada por la consultora de RRHH Randstand a más de 200 personas, la implementación del home-office en las empresas chilenas llegó a un 72% durante la tercera semana de marzo 2020. De éstas, 53% lo puso en marcha desde el inicio de la fase 4 de la expansión del virus. es decir, desde el 16 de marzo; mientras que en la fase 1 solo un 3% de las empresas lo autorizó, lo que equivale a un crecimiento de 17 veces en comparación a inicios de ese mismo mes.
Ahora bien, respecto a los cambios en los modelos de negocios que las empresas están teniendo que ejecutar, también hay bastante contenido para la discusión. Según la Cámara de Comercio de Santiago el e-commerce creció un 119% en el último mes. Esto nos da cuenta de que la contingencia sanitaria está acelerando el proceso de digitalización y de transformación de los negocios. La velocidad de aprendizaje y transformación es vital para la subsistencia de las empresas, y creo que este será el mayor test ácido de los últimos 10 años. El objetivo para toda empresa en la actualidad creo que debiera ser: aprender en velocidad a cómo cambiar sus modelos de negocios para hacer frente de manera eficiente a la “nueva normalidad” que se les vendrá.
FUENTE: El Dínamo