De acuerdo al Índice Mastercard de Mujeres Emprendedoras 2021, catalizar el espíritu empresarial femenino podría agregar hasta un 6%, –o US $5 billones–, a la economía global.
Falta de acceso a financiamiento, poca confianza en sí mismas y reproche social al conciliar familia y trabajo son algunas de las razones que explican por qué a las mujeres nos cuesta más emprender. Los resultados del Reporte de Mujeres Líderes de Startups en Latam elaborado por Platzi así lo evidencian, ya que sólo un 8% decidió iniciar un emprendimiento por sí misma, versus a la gran mayoría que se apoyó en sus esposos o novios (24%), o en algún amigo cercano (20%) como cofundadores.
Aún más, las estadísticas expresan que la mayor parte de las emprendedoras han iniciado su negocio con recursos propios y préstamos de personas cercanas y pocas han hecho uso de las instituciones financieras. No obstante, están surgiendo cada vez más productos de la banca para impulsar la participación femenina. En deuda privada, Latinoamérica fue pionera en desarrollar micropréstamos dirigidos a mujeres empresarias, que posteriormente derivó en programas y propuestas de valor que unen préstamos, capacitaciones, mentoría y oportunidades de networking para este segmento.
Pese a lo anterior, aún queda mucho por hacer. El programa Platzi Startups Demoday, que cada año convoca y reúne a empresas de base tecnológica para impulsar sus negocios, recopiló los datos de tendencias en 2022 relacionadas al emprendimiento en Latinoamérica con enfoque en mujeres fundadoras de startups. En él, las solicitudes de nuevas empresas con al menos una mujer en el equipo fundador pasaron del 29% al 32% y aunque existe un aumento de 3 puntos porcentuales, en la práctica esta cifra aún es baja.
El emprendimiento femenino ha demostrado ser un motor de cambio para la economía. Según ONU Mujeres, el aumento de la educación de las mujeres y las niñas contribuye a un mayor crecimiento económico gracias a que luego pueden optar a mejores empleos, ya sea de manera dependiente o independiente. De acuerdo al Índice Mastercard de Mujeres Emprendedoras 2021, catalizar el espíritu empresarial femenino podría agregar hasta un 6%, –o US $5 billones–, a la economía global.
Pero el problema radica precisamente en el punto de partida. Las mujeres lidian con la poca información disponible para capacitarse-especialmente en áreas financieras-, y luego atreverse a crear un emprendimiento propio. Y aunque varias cuentan con educación universitaria, las dificultades también surgen a la hora de vencer los miedos y salir de la zona de confort, en no tener la confianza suficiente para concretar una buena idea, elaborar un plan de negocios y convertir un proyecto en un negocio escalable. En síntesis, la presión social al fracaso por aventurarse por áreas que por siglos han sido para hombres.
Para que el ecosistema de emprendimiento femenino crezca y se consolide, necesitamos apuntar también a la participación de todos los actores involucrados. El Estado puede aportar con programas de financiamiento específicos para empresas lideradas por mujeres, las empresas pueden colaborar creando incentivos para las emprendedoras y las universidades, a través de programas de mentorías, coaching y capacitación.
Sí, es cierto que estamos avanzando, pero necesitamos que esta sea sostenida en el tiempo para que más mujeres se atrevan a emprender, liderar equipos de trabajo de alta dirección y podamos decir con certeza que contamos con una industria sólida. Las oportunidades son enormes: El reporte de Platzi estima que actualmente más del 50% de las startups en etapa temprana lideradas por mujeres se está enfocando en resolver un desafío relacionado con uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por Naciones Unidas.
La igualdad de género se ha tomado la agenda mundial y una recuperación balanceada de la economía post pandemia implica sumar a la diversidad. Es fundamental que sumemos más inversionistas mujeres que apoyen a startups de mujeres en etapas temprana, no sólo por equiparar “la cancha” sino porque tenemos mucho talento que aportar a un mundo que grita con urgencia la creación de negocios con nuevos compromisos sociales, medioambientales y globales.
Catalina Vega
Líder de la Red Ángeles UDD Ventures
Diario Estrategia