La Directora del Instituto Emprendimiento FEN – de Universidad del Desarrollo Vesna Mandakovic, se manifiesta respecto a la innovación en Chile, sus posibles cambios frente a la pandemia y como podría innovarse en el país tomando en cuenta la nueva realidad política y social del chileno.
La innovación pasó a formar parte de los más grandes desafíos de las empresas, por lo que se considera fundamental la preparación de las nuevas generaciones. Vesna Mandakovic, quién formará parte de las personalidades que estarán presentes en la novena edición del Premio PwC Chile Innovación 2021, que distinguirá a las empresas que han sido exitosas en el desarrollo de una innovación, conversó con Pulso, y durante su entrevista resaltó que las transformaciones que hemos sufrido en el último tiempo muestran lo importante que es para todos ir de la mano con la tecnología, “La pandemia nos exigió a todos responder de manera ágil, e innovar fue una necesidad para poder subsistir y visibilizó la importancia de la ciencia en nuestra vida cotidiana”. Así lo señala.
¿De qué forma la innovación ha ido cambiando en los últimos años en Chile?
Hoy existe un consenso en la relevancia de la innovación dentro de las organizaciones, que enfrentan un entorno cada vez más desafiante debido a: la transformación digital, consumidores que requieren respuestas más ágiles, desafíos medioambientales, cambios regulatorios, entre otros. Actualmente, las empresas en Chile no solo declaran ser innovadoras, sino que la innovación es parte de la estrategia de las organizaciones. No es una tarea fácil pasar del “querer” al “hacer”; en esta materia es un tremendo desafío que requiere asumir riesgos, generar capacidades y es un trabajo sistemático.
¿Cómo la pandemia ha afectado en ese aspecto?
La pandemia es y sigue siendo un escenario complejo para la humanidad. Nos cambió la forma de relacionarnos, desplazarnos y trabajar. Estos cambios no fueron graduales, por el contrario, requirieron una rápida capacidad de reacción y, por lo tanto, aceleró procesos vinculados, por ejemplo, al uso de tecnologías. La pandemia nos exigió a todos responder de manera ágil, e innovar fue una necesidad para poder subsistir y visibilizó la importancia de la ciencia en nuestra vida cotidiana.
¿Muchas veces se asocia la innovación sólo con la academia? ¿De qué forma podemos sacarla de ese ámbito?
La asociación entre la innovación y la academia es natural, la investigación científica cumple un rol fundamental en la generación de conocimiento. El desafío es acercar este conocimiento a los sectores productivos y a los tomadores de decisiones. Desarrollar investigación que genere impacto y decisiones basadas en la evidencia, es muy relevante en un país como el nuestro. En ese sentido, el rol que cumple el Estado como articulador de los distintos actores del sector privado y la academia, es crucial. Un buen punto de partida es crear y fortalecer instituciones.
¿De qué forma se logra eso?
La última versión del Índice Global de Innovación 2021, muestra a Chile en la posición 53 de 132 países destacando la fortaleza de sus instituciones. Otro rol muy relevante de la academia en la innovación, es la formación de capital humano avanzado, preparar a las nuevas generaciones y capacitar al actual mercado laboral con nuevas habilidades y competencias que requieren los sectores productivos del país.
¿Cuáles son las áreas en que Chile debería innovar, tomando en cuenta nuestra realidad?
La innovación es transversal a todas las actividades económicas del país. En el caso particular del premio de innovación PwC, fuimos testigos de empresas que innovan en distintos sectores, como en el mundo de la construcción, alimentos, minería, energía y manufactura, y nos dimos cuenta también que innovar no es exclusivo de una empresa que está recién partiendo o una que este más consolidada.