Numerosas lecciones dejó el 2020 en el mundo de los negocios. Muchas empresas se vieron obligadas a adaptar sus modelos comerciales, sin embargo, una cosa es sobrevivir, y otra es cómo retomar la senda del crecimiento. La innovación abierta asoma como una herramienta clave en el desarrollo de soluciones para las grandes empresas corporativas. Básicamente, porque es muy complejo lograrlo en una organización con una estructura grande, robusta y que generalmente tiene muchos procesos.
Es en ese punto crítico donde la innovación abierta puede ayudar, conectando con startups, las cuales generalmente tienen estructuras ágiles, son flexibles en sus planificaciones, tienen capacidad de probar, y volver a generar propuestas. La rapidez de las startups es una de las cualidades más apetecidas por las grandes compañías, por lo que el trabajo conjunto con innovadores puede ser un buen camino para encontrar la respuesta a desafíos que se deben abordar por parte de los grandes protagonistas de la industria. Además, una manera rápida de estar en contacto con nuevas tendencias tecnológicas y con equipos humanos talentosos.
Esta estrategia de innovación, que propone una colaboración entre empresas e innovadores, busca cambiar el conocimiento interno de la organización por medio de la adquisición de un nuevo entendimiento, proveyendo una perspectiva alternativa de las industrias. Esto abre nuevas posibilidades de crecimiento, expansión o soluciones disruptivas frente a problemas concretos.
El 2021 puede ser un año de grandes avances si se toman las lecciones aprendidas del 2020 como punta de lanza para las metas organizacionales. La digitalización, la optimización de sistemas y recobrar las curvas de crecimiento serán las tareas obligatorias para toda compañía. Estos procesos pueden ser mucho más disruptivos e innovadores si es que se trabaja con agentes externos que puedan aportar con nuevas ideas.
La pandemia mostró la relevancia del concepto “sentido de urgencia”, y los innovadores mostraron la rapidez con la que operan y ponen a prueba sus propuestas. Mascarillas de cobre, respiradores artificiales, fórmulas para desarrollar exámenes detectores del virus, por nombrar algunas propuestas. El trabajo colaborativo fue clave, y la innovación abierta, vital para reinventar las industrias, porque dio un refresh a las organizaciones y llevó al desarrollo del ecosistema a otro nivel de maduración. Incluso, existen segundas derivadas: corporaciones que invitan a «capitanes sin barco» (emprendedores sin proyecto propio) para que se unan a la compañía con el propósito de fundar startups corporativas (corporate venturing + company building), tema el cual será material de una siguiente columna de opinión.
En definitiva, hoy el ecosistema abraza más que nunca la idea de trabajo colaborativo entre startups, pymes tradicionales y corporaciones, porque se entiende que juntas pueden crear círculos virtuosos de valor.
Columna publicada en el medio Trade News
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