Apio es una startup fintech que nació de la visión compartida de cinco amigos, Álvaro Vineses, Maximiliano Fuenzalida, Cristóbal Ortúzar, Tomás Villena y Henry W. Floyd, con quien precisamente conversamos para conocer en profundidad su historia. Unidos desde los días del colegio y la universidad, luego de estar inmersos en el ecosistema de pagos por separado, deciden crear Apio, plataforma que se dedica a revolucionar la infraestructura de pagos, ofreciendo soluciones innovadoras que abarcan desde programas de fidelización hasta analítica avanzada, plataformas de recaudación y tesorería , entre otras. Su enfoque en la innovación y la adaptabilidad ha captado la atención de la industria, obteniendo reconocimientos de prestigiosos programas como Start-Up Chile y UDD Ventures.
¿Cómo comenzó su interés en las soluciones fintech y qué los motivó a fundar su propia empresa en este campo?
Sí, bueno, inicialmente algunos veníamos del mundo del emprendimiento. No estábamos particularmente enfocados en una industria en particular, mi proyecto anterior por ejemplo era de tecnología IOT, nada que ver con el mundo fintech y ahí, por la pandemia, hubo hartos cambios; lo primero el boom del e-commerce y ahí vimos muchas oportunidades y cosas que no estaban aprovechando bien. También nos gusta mantenernos informados del mundo de los pagos y me enteré de que Transbank dejaría de ser monopolio, que había un cambio importante en el modelo y que el ecosistema se estaba abriendo al mundo de los pagos. Empezamos a tener conversaciones súper interesantes con amigos de la vida, que estaban trabajando en Estados Unidos, otros en Chile en SumUp, entonces teníamos de primera fuente algunas cosas que estaban pasando y ahí armamos un grupo. Hicimos un proceso bien metódico de entrevistas a personas y empresas del ecosistema, porque sabíamos que queríamos una solución enfocada más en ellas, no B2C, porque B2B era lo que nos más llamaba la atención, pasaba más desapercibido, pero había más oportunidades también.
¿Cómo surgió la idea de Apio y qué necesidades del mercado están tratando de satisfacer con esta plataforma?
Todos estamos familiarizados con las suscripciones, como las de Netflix o Spotify. En Estados Unidos, por ejemplo, casi la mitad de los alimentos para mascotas vendidos en Amazon se adquieren mediante un sistema de suscripción automática. Nos inspiramos en empresas como Dollar Shave Club, que ofrece una experiencia de compra por suscripción muy atractiva, donde los clientes apenas notan que están comprando productos adicionales como champú.
Sin embargo, implementar este tipo de sistemas es complejo. Las empresas deben integrar sus sistemas de ecommerce con lógicas de pagos recurrentes, gestionar fallos en los pagos y otros desafíos operacionales. En Chile, las suscripciones aún están en una fase inicial, pero vimos un gran potencial. Nuestro primer piloto fue con una tostadora de café, que inicialmente gestionaba sus suscripciones de manera manual, usando pizarras o Excel para recordar los pedidos.
Transformamos su sistema a uno más parecido a Netflix, donde las suscripciones son indefinidas y los clientes tienen mucho control. Pueden pausar sus suscripciones si se van de vacaciones o ajustar sus pedidos fácilmente. Esto no solo mejoró la experiencia del cliente, sino también la eficiencia operativa de la empresa.
Como protagonistas de esta revolución de los sistemas de pago. ¿Podrías explicar cómo han optimizado las transacciones y mejorado la eficiencia financiera general?
Hemos observado que muchas soluciones de pago ofrecen medios de pago limitados. Por ejemplo, algunos clientes han cambiado de Stripe a Apio porque Stripe solo permitía pagos con tarjeta de crédito en Chile, lo que reducía la tasa de conversión. Además, muchas empresas enfrentan altas tasas de morosidad debido a transacciones fallidas por falta de saldo o problemas técnicos.
En Apio, implementamos un sistema de reintentos automáticos para los cobros y enviamos notificaciones a los clientes cuando un pago falla, ofreciendo instrucciones detalladas o métodos de pago alternativos como transferencias directas. Somos agnósticos al procesador y nos conectamos con distintos actores para optimizar la tasa de autorización de transacciones.
Un caso interesante es el de un cliente que atiende a deudores, donde el 40% de las transacciones exitosas se logran mediante reintentos. También hemos abordado el problema de la conciliación de pagos, integrando en nuestra plataforma la capacidad de automatizar la conciliación incluso de los pagos realizados fuera de nuestro sistema, facilitando así la gestión para las empresas.
Como emprendedor, ¿qué desafíos has enfrentado al crear y crecer Apio y cómo los has superado?
Al principio, no tuvimos muchos problemas con nuestro primer cliente, una tostaduría de café. Les ayudamos a rediseñar sus planes de suscripción y a optimizar su proceso, tenían todo en pizarras, Excel, etc. Sin embargo, cuando intentamos expandirnos a otras empresas de café y vino, nos encontramos con que, aunque les gustaba la idea, no lo consideraban una prioridad inmediata. Esto nos llevó a un cuello de botella en nuestras ventas, ya que muchas empresas necesitaban definir sus planes antes de lanzar el programa.
Para superar este desafío, identificamos la necesidad de soluciones de recaudación y cobranza, reutilizando nuestra tecnología para diferentes casos de uso. También nos enfocamos en grandes empresas, donde el proceso de venta consultivo tiene más sentido y vale la pena.
En términos de producto y tecnología, no hemos tenido muchos problemas gracias a nuestro equipo técnico altamente capacitado. Hemos seleccionado a nuestros desarrolladores con pinza, y han funcionado súper bien.
Has recibido reconocimientos de la industria, incluyendo Start-Up Chile y UDD Ventures. ¿Cómo estos reconocimientos han impactado tu carrera y tu empresa? ¿Algún otro hito importante que quieras mencionar?
Siempre hemos mantenido un perfil bajo para proteger nuestra posición mientras construíamos nuestra empresa. Sin embargo, ahora buscamos más visibilidad. Participamos en el Demo Day de Start-Up Chile y ganamos la extensión del programa, lo que mejoró nuestra reputación y credibilidad. Estos logros cambiaron la percepción de nuestra startup en reuniones de ventas.
El hito más importante fue ganar la convocatoria de Open Salcobrand, alineada con UDD Ventures. Esto fue fundamental para nuestra credibilidad y crecimiento. Comenzamos a trabajar en el proceso de integración y pilotaje en agosto del 2023 y desde ahí que hemos estado en un proceso con Salcobrand que ha tenido muy buenos resultados, que a nivel de trabajo en equipo hemos tenido una buena sinergia.
También fuimos seleccionados por UDD Ventures para el programa Semilla Expande, lo que reforzó nuestras redes y credibilidad. El trabajo con UDD Ventures fue muy profesional y no dudé en elegirlos como patrocinadores.
Finalmente, fuimos seleccionados en el programa Discovery del Centro de Innovación de la Universidad Católica, que nos ofrece un fast track para levantar una ronda de financiamiento y nos proporciona mentoría y asesoramiento.
En una palabra, ¿Cómo definirías a tu equipo?
Uno de nuestros puntos fuertes es que no tenemos miedo de ofrecer soluciones innovadoras a grandes empresas, lo cual requiere valentía. Confiamos plenamente en las capacidades de nuestro equipo, compuesto por siete personas y un practicante. Esta confianza nos permite avanzar sin miedo y cumplir nuestras promesas.
Nuestra visión de negocio puede parecer ambiciosa desde fuera, pero se basa en la confianza mutua y la larga relación entre los socios, quienes fuimos compañeros de colegio y universidad. Somos un grupo de amigos que ha creado una fintech exitosa.
¿Qué consejo darías a otros emprendedores que quieran crear soluciones tecnológicas en el espacio fintech?
El mundo fintech puede ser intimidante al principio, especialmente por temas sensibles como los pagos y la seguridad. Sin embargo, hay espacio para todos. Aunque al principio exageramos un poco la infraestructura necesaria para nuestro piloto, aprendimos que cada rol en el ecosistema está bien definido y se puede aprovechar la seguridad de otras empresas.
Por ejemplo, nosotros manejamos suscripciones y recaudaciones, pero nos conectamos con procesadores de pago que ya cumplen con altos estándares de seguridad. No necesitamos guardar información sensible de las tarjetas porque el ecosistema ya ofrece soluciones para esto.
Mi consejo es perder el miedo y atreverse a explorar el mundo de los pagos y fintech. Hay muchas oportunidades y el ecosistema está preparado para apoyar nuevas soluciones.
Con una pasión inquebrantable por transformar el ecosistema de pagos, Apio no solo ofrece tecnología de punta, sino que también crea experiencias únicas para sus clientes. En cada paso, demuestran que la verdadera fuerza de su empresa radica en la confianza y el apoyo que se brindan entre ellos, impulsando su misión de redefinir el futuro de los pagos en Chile y más allá.