Hace muchos años llegó a mis manos un libro titulado “Effectuation” de Saras Sarasvathy (profesora estadounidense de emprendimiento y ganadora del Premio Global 2022 para la Investigación del Emprendimiento), quien planteó un enfoque de emprendimiento llamado “efectual” el cual se basa en la premisa de que cualquier persona puede emprender desde el “quién soy, qué conocimiento tengo y a quién conozco”. Hoy este modelo ha vuelto a cobrar importancia tanto en startups como en el mundo corporativo por la necesidad de impulsar a que los equipos ejecuten experimentos sin esperar las mejores condiciones posibles, sino que puedan realizar pruebas utilizando la menor cantidad de recursos posibles.
Ahora bien, para quienes somos altos ejecutivos en pymes, startups y grandes corporaciones el mencionado enfoque “efectual” puede ser también relevante en el siguiente sentido. Imagina que eres un Fundador, Gerente General o Director Ejecutivo de una compañía que se encuentra viviendo una corrección de mercado y el directorio te empuja de igual forma a seguir creciendo, pero de manera radicalmente más eficiente que hasta ahora. ¿Cómo lograrías superar este desafío con el mismo equipo, pero con menos recursos disponibles? Lo que trae el enfoque “efectual” a la mesa es que mediante la colaboración y compromiso del equipo es posible realizar transformaciones que mejoren el negocio base y/o que permitan explorar nuevos modelos de ingreso inexplorados. Para ello, en mi caso personal, lo llevo a la realidad con un estilo de trabajo basado en lo que llamo “3V”: Velocidad (de ejecución de experimentos); Verticalidad (en la ejecución de los experimentos, aprendiendo de los errores, pero sin castigar al equipo); y Vértigo (empujando al equipo a salir de la “zona de confort” para entrar en la “zona de aprendizaje”).
Para que lo anterior tenga sentido e impacte en resultados tangibles en la empresa no necesitas contratar a personas extremadamente talentosas, sino que más bien el camino es dar el espacio a gente común y silvestre (como yo mismo en nuestro caso) para que logre cosas extraordinarias en su trabajo diario, haciendo carne este concepto de las “3V”.
En síntesis, invito a todos los líderes de equipos y tomadores de decisión a que exploren y descubran sus propios modelos para transformar a sus organizaciones. No sólo en entidades más ágiles sino por, sobre todo, en unidades más inteligentes y humanas.