El Índice de Transformación Digital de Empresas (ITD) 2019, un estudio desarrollado por Corfo, la Cámara de Comercio de Santiago y la consultora PMG, reveló que el nivel de avance de las empresas, en sus procesos de digitalización, se ubican en un nivel “Intermedio Digital”, pero en su zona más baja: registraron un promedio de 43 puntos en una escala de 0 a 100. Un avance, aún así, considerando que en 2018 era de 37 puntos. También anotó que las áreas más avanzadas son la salud privada y las comunicaciones.
La segunda versión del estudio tomó 465 casos, con un margen de error de un 5% y un 95% de confianza, tuvo un 84% de respuestas de gerentes generales o de línea y un 8% de sectores industriales. En total, 358 fueron pymes y 107 grandes empresas: 47 casos de la Zona Norte, 258 de la Región Metropolitana y 156 de la Zona Centro Sur.
El estudio indica que la dimensión de menor evolución es Digitalización de procesos y tomas de decisión, dimensión que requiere habilitación de áreas “más blandas” para su desarrollo. En tanto, la dimensión Formas de trabajo, personas y cultura es la que presenta esta vez un mayor nivel de evolución, lo que -según el estudio- indica que la cultura permite una transformación hasta un nivel de Intermedio Digital, y de ahí en adelante la cultura puede ser un freno a la transformación digital si no evoluciona a la par de otras dimensiones.
Cuatro de cada 10 empresas chilenas tiene un nivel de “Principiante Digital” o menor: un 33% es “Principiante Digital”, un 11% “Análogo”, un 35% está en el nivel “Intermedio Digital”, un 19% avanzado y solo un 2% “Líder Digital”. Así, casi el 80% de las empresas en Chile tienen niveles de evolución de “Intermedio Digital” o menor.
En formas de trabajo, personas y cultura, las pymes presentaron en el informe brechas positivas en comparación a la de grandes empresas: se entiende que las de menor tamaño tienen mayor capacidad adaptativa, aunque las grandes empresas las superan en tecnología, manejo de datos y herramientas digitales y digitalización de procesos y toma de decisiones.
Un dato interesante: la digitalización es vista fundamentalmente para reducir costos de los procesos. un 68% de las grandes empresas lo cree así, mientras para las pymes, un 46% cree que ayuda a ofrecer nuevos productos y servicios. Pero, nuevamente, la piedra de tope está en la falta de un plan formal de transformación digital: solo un 34% de los “Intermedio Digital” dice contar con uno, y un 12% de los “Principiante Digital”. En tanto, un 70% ve la experiencia de clientes como el elemento estratégico para la transformación digital.
El estudio observa que tecnologías de uso amplio en las empresas como Redes Sociales, Cloud, Tecnologías Móviles y Marketing Digital, son usadas intensamente por las empresas en todos los niveles de madurez digital. Otras más sofisticadas, como Big Data e Inteligencia Artificial, son comunes entre los líderes digitales, pero escasean en el resto.
¿Cuáles son las áreas más y menos digitalizadas en Chile? Los sectores con niveles más bajos de madurez digital son la Administración Pública y el sector de la Construcción, siendo este último el que registra el menor nivel de madurez. Comunicaciones (53%), Salud (50%) y el sector Servicios (47%), en cambio, están por sobre el promedio.
La región Metropolitana muestra un nivel de madurez digital superior a la media del país. Tres de cada diez empresas tienen un nivel de madurez ”Avanzado digital” o superior.
En la zona Norte, la mitad de las empresas presentan niveles de madurez de “Principiante Digital” o “Analógico”. Por su parte, la zona Centro-Sur presenta un nivel de madurez menor que el resto del país; casi 6 de cada 10 empresas se encuentran a un nivel “Principiante Digital” o “Analógico”.
En el resumen, el estudio es claro: “Las empresas chilenas han mostrado un importante aumento en su madurez cultural y digital, sin embargo, la mitad de ellas aún se encuentran a un nivel de “Principiante Digital” o inferior”.
El desafío que viene
Ángel Morales, director ejecutivo de UDD Ventures, dice que el estudio es una buena fotografía de antes de la pandemia y en los últimos meses del estallido social. Tras ambos hechos, la digitalización de las empresas ha tenido un pie forzado en el acelerador, por lo que en 2021 seguramente habrá un índice con avances más drásticos.
“La crisis actual, por el Covid-19, ha empujado y obligado a que muchas empresa tradicionales a que se tengan que ir al canal digital, porque se verán en la obligación de seguir allí, a los canales online para comprar”, dice Morales, quien añade que el despacho por compras tiene un margen de al menos cinco días, debido a la gran cantidad de personas que está comprando por la web, además de adquirir insumos que antes no habrían hecho por el computador, como casas o vehículos sin haberlos visto.
“Hay una nueva oferta, mucha gente en redes sociales y haciendo compras. Las empresas chilenas no tiene mucha caja para aguantar más de 2 ó 3 meses, por lo que el giro digital es la única alternativa”, sintetiza el director ejecutivo de UDD Ventures. “Hay una brecha digital grande en relación a países europeos, y tiene que ver con políticas públicas para que más empresas puedan transformarse. La gente cree que transformación digital es una página de e-commerce y ya, pero tiene que ver más con la transformación total que de un área solamente. Las pymes que se han digitalizado ahora han aumentado sus ventas”, plantea Ángel Morales.
“La transformación digital tiene que ver con la innovación, el cliente, la propuesta de valor, los datos (hay muchas pymes que no hacen nada con sus datos, tienen e-commerce y no analizan los datos para predecir demandas y trabajos con los proveedores) y cómo compite una empresa hoy”, concluye Morales. “Tengo esperanzas que a partir de hoy, las empresas próximas a una quiebra vean que se puede torcer ese destino apostando por o digital.
“Estimo que este cambio, el cuello de botella para la transformación digital, es cultural”, dice Ángel Morales. Luego añade: “En los últimos cinco años se ha discutido mucho sobre la transformación digital, pero se deja el rezago y no es tomado tan fuertemente. Las gerencias generales no han empujado suficientemente el carro, producto de que hay mucho a nivel higiénico y grasa que sacar. Intuyo que si bien no vamos a irnos en un 100% al canal online, muchos se van a quedar online una vez concluya la pandemia. Lo mismo pasa por el teletrabajo, que ha demostrado que se puede con la misma eficiencia”.
FUENTE: laboratorio.latercera.com / Por: Rodrigo Munizaga